En las pasadas fiestas de Leganés estaba anunciada en el programa una corrida de rejones, por aquella época yo contaba con mi paso a las listas del paro y por ese motivo tenía pensado acudir al festejo, luego las cosas salieron mejor de lo esperado y todavía no tengo claro cuando me van a "largar" de la empresa.
No volví a acordarme de la corrida de rejones hasta que hace quince días empecé a ver por las calles de mi barrio carteles que anunciaban la presencia de Álvaro Montes, López Bayo y Antonio D`Almeida en La Cubierta de Leganés.
La semana del quince de octubre la pasé en casa por lo que pude organizarme para acudir a distintos "festejos", el doce estuve en el desfile y el quince preparé las cámaras y marché para la plaza de toros. Mi intención era dar una vuelta para ver el ambiente, sacar unas fotos a los caballos y volver pronto a casa, pero al llegar a La Cubierta comprobé que los precios eran asequibles y saqué una entrada de barrera, tenía que estrenar mi nuevo teleobjetivo.
Como viene siendo habitual ultimamente estuve enredando por el patio de caballos un rato antes del inicio del espectáculo y como también viene siendo costumbre la gente me miraba extrañada, no me conocían y les resultaba extraño verme por allí.
Los caballos de Álvaro Montes y López Bayo estaban dentro de la plaza y los del portugués D`Almeida estaban fuera de la plaza atados al camión.
De todos los animales que había en la plaza sólo cuatro llamaron mi atención, unos por su belleza y otros por su raza.
Los dos primeros con los que te encontrabas nada mas entrar al callejón eran de Álvaro Montes, un Lusitano de capa Isabela y una Anglo-árabe Castaña, dos preciosidades que después rindieron muy bien en la plaza, sobresaliente la yegua con su fuerza para parar de salida al cuarto novillo, lo mejor de la tarde desde mi punto de vista.
Los otros dos animales eran de López Bayo, un Lusitano negro y un Appaloosa, raza de caballo que nunca había visto en corridas de rejones, después viendo como torea en la plaza te acabas dando cuenta que es una buena elección, se trata de un animal con muy buena grupa y mucha fuerza para empujar. El Lusitano negro no trabajó esa tarde, sólo salió a la plaza para hacer cuatro monerías que gustaron mucho al respetable.
Del espectáculo tengo poco que decir, como ya comenté en alguna ocasión siempre he sido aficionado a los toros, pero con el tiempo me voy haciendo más blando, sufro por los animales, por los que tienen cuernos y por los que no los tienen, aquella tarde sólo fui a hacer fotos, pero también tengo que decir que esa tarde se regalaron orejas sin sentido, la plaza iba a ver los caballos, de rejoneo no tenían ni ................ idea, lo mejor de la tarde la yegua Anglo-árabe a la puerta de chiqueros, lo demás para olvidar, creo que Álvaro Montes y López Bayo salieron por la puerta grande, yo me marché antes de que acabara, D`Almeida me estaba poniendo enfermo, a nuestro querido vecino le tenían que quitar el "carné" de rejoneador, nunca en mi vida he visto a nadie tan malo subido a un caballo.
Para terminar una curiosidad, una de las fotos que tomé coincide con otra del fotógrafo portugués Ricardo Relvas, una misma foto desde dos puntos de vista diferentes, en el Redondel Taurino podéis encontrar las fotos de este festejo realizadas por un profesional.
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