Había pasado mucho tiempo desde mi última visita a Alejandría, ya era hora de que pasara por Candeleda y de paso hacer una visita a una de mis chicas favoritas.
El viernes me tocó madrugar, pero ya se sabe, sarna con gusto no pica, a las ocho y media ya estaba en la finca saludando a mis padres que eran los únicos que estaban levantados.
Fabiola y Rania se alegraron como siempre de verme, aproveché para darme un paseo con ellas por la garganta, la lluvia de los últimos días en la sierra había subido el caudal y Fabiola siempre tiene ganas de darse un baño.
Después de saludar a mis hermanos que poco a poco se fueron levantando me tomé un café y puse rumbo a la hípica de Sabino.
Después de saludar a Sabino, a su madre Carmen y a Antoñito pase por el box de Alejandría para darle un par de besos, la tía está preciosa y se los merece.
Lo que parecía que iba a ser un día soleado se tornó en un diluvio, empezó a llover y no lo dejó hasta la hora de las cañas.
Carmen me estuvo enseñando a los nuevos inquilinos, la yegua PRE y su potro de un mes, la lusitana con el potro del mismo tiempo, el potro PRE negro que acaba de comprarse mi amigo y el nuevo pony, hijo de Juanito, de poco más de un mes.
Al verme llegar Sabino se había puesto en contacto con el Centro Equino Jama, me propuso pasar por Talavera de la Reina para ver a Octubre, el Anglo-árabe con el que pretendía cubrir a Alejandría, la propuesta me resultaba atractiva, pero había quedado con mis hermanos para tomar unas cañas y con un viaje de ida y vuelta se me pasaba la hora de la cita, pospusimos la visita para otro día.
A la una de la tarde marché para Candeleda, mis hermanos ya me estaban esperando en el Lagartín, después de pasar por el Jara y el Trope, con unas cuantas cervezas en el cuerpo nos marchamos a comer, ya eran las tres y "los viejos" estaban esperando.
Mis hermanos me propusieron volver a casa de Sabino, querían ver a los potros y a los cachorros que está criando una de sus perrillas, después de tomar un café volví a la hípica, cuando Sabino me vio entrar otra vez por la puerta me comentó las nuevas noticias, esa misma mañana al marchar yo a tomar las cañas había sacado a recelar a Alejandría, no cabía duda, estaba en celo.
Montamos a la yegua en el remolque y caminito a Talavera, hay que aprovechar el momento y a mi me pilla de paso, vuelvo a Madrid.
Ecografía nada mas llegar, la yegua está "a punto de caramelo", esa misma noche le toca inseminación con semen congelado, está en el momento óptimo y no podemos perder un minuto.
Ya que estamos allí hay que aprovechar para ver al padre de mi futuro potro, espero que sea tan espectacular como fotogénico, la verdad es que es una pintura. El caballo parece que le va muy bien a la yegua, le dará mucho hueso y volumen, vamos que lo que venga va a ser digno de ver.
Pasé menos de doce horas en Candeleda y las aproveché al máximo, parece mentira que en tan poco tiempo se puedan hacer tantas cosas.
Al final para redondear la tarde acabé encontrando un "novio" para Rania, llevamos mucho tiempo buscando un Mastín Español para nuestra perra y el que tienen de guardián en JAMA va a ser el elegido, como las cosas sigan así creo que mi familia animal va a crecer bastante.