Ya han pasado casi quince días del inicio de VIII Festival de Doma Clásica Villa de Madrid y si me descuido no subo ninguna foto de mi asistencia, pero como tengo que volver a publicar más contenidos en el blog he decidido subir alguna foto y publicar el vídeo que grabé el 25 de mayo pasado.
Aquel domingo de elecciones por primera vez en bastantes años no tenía que asistir al colegio electoral y había que ocupar la mañana en algo interesante. Sabía que en el Club de Campo Villa de Madrid se celebraba el VIII Festival de Doma Clásica y me apetecía asistir, pero la pereza de ir solo me ganaba y no encontraba las ganas de coger el coche y darme una vuelta por allí.
Tengo la suerte de contar con un padre con el que comparto muchas aficiones y una de ellas son los caballo, logré convencerlo, la verdad es que sin mucho esfuerzo y los dos pusimos rumbo al club de campo.
Lo primero que me llamó la atención de este lugar es lo grande y bien cuidado que está, después me embargó un sentimiento de decepción, es curioso que un lugar de todos los madrileños sólo pueda ser disfrutado por una élite minoritaria, pero eso es un problema que deberán resolver los habitantes de la capital, que seguro desconocen esta "joya" que tienen en la ribera del Manzanares.
No tenía nada claro que la entrada fuera libre y por eso mi alegría fue mayor cuando en la entrada me comentaron que no tenía que dar ni un "pavo" por pasar, de haber sido de otra forma hubiera tomado el camino de vuelta a casa. Como era pronto no había mucho público, pero si muchos caballos y con eso nos conformamos, era lo que habíamos ido a ver.
En el tiempo que estuvimos allí me pareció ver caras conocidas, pero como ya voy para viejo y mi vista no es la misma de hace unos años no lo tuve claro hasta que volví a casa y comprobé el programa. Como me había parecido en un primer momento había conocidos compitiendo; Mario Gómez propietario del Centro Ecuestre La Peña del Toro y Adín Rodríguez del Centro Ecuestre Adín estaban allí.
Candeleda es un pueblo pequeño, pero los candeledanos somos muy inquietos, vayas donde vayas siempre te encontrarás con alguno.
