Cada año el 16 de enero, festividad de San Antón, en San Bartolomé de Pinares, un pequeño pueblo de Ávila se celebra una extraña fiesta en la que se mezclan caballos y fuego.
Del origen es este rito no se tiene constancia documentada, lo único que se sabe es que se han celebrado desde siempre. Hay algunas teorías que sitúan el origen de esta fiesta como reminiscencias de un pasado celta, no tenemos que olvidar que Ávila fue territorio Vettón y entre sus rituales estos pueblos hacían saltar animales sobre hogueras para purificarlos, aumentar su fertilidad y la salud de sus jinetes,
Yo puedo decir que en Candeleda las luminarias son el día de San Blas, nosotros no saltamos sobre las hogueras con nuestros caballos, pero si compartimos un origen Vettón con nuestros vecinos de San Bartolomé de Pinares, ambos llevamos sangre celta en nuestras venas.
Para los que el vídeo les resulte poco y quieran ver unas cuantas fotos más de impresión en este artículo del Huffigtonpost.
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